El 5 de mayo está previsto el despegue de un cohete Atlas V con InSight, una nueva misión de la NASA que incluye una estación meteorológica española y que pretende colocar un robot en Marte para estudiar su estructura y evolución.
InSight, en la que participan científicos de diez países, es mucho más que una misión a Marte, detalla José Antonio Rodríguez-Manfredi, investigador principal del instrumento español, TWINS, cuya construcción y operación se dirige desde el Centro de Astrobiología (CAB).
InSight es la primera misión espacial que explorará el interior de Marte en profundidad. Para ello el robot utilizado, medirá las constantes vitales del planeta rojo: su pulso o sismología, su temperatura y sus reflejos, con el fin de obtener un estudio completo de la composición de su corteza así como de su núcleo.
Esta misión ayudará a la comunidad científica a conocer cómo se formó el planeta y su evolución, por qué ha perdido su atmósfera y ha sufrido tantos cambios. Para ello, la misión tiene tres instrumentos principales: SEIS (experimento sísmico para la estructura interior); HP3 (sensores para el estudio del flujo de calor y propiedades físicas); y RISE (experimento para el estudio de la rotación y estructura interior); todo ello ayudado desde tierra con modelos matemáticos y físicos.
SEIS, cuyo principal responsable es el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, es un sismógrafo de alta sensibilidad que analizará, las vibraciones que se pudieran producir por el impacto de un meteorito; HP3, del Centro Aeroespacial Alemán, es una forma cilíndrica que será enterrado en el interior del planeta unos 5 metros de profundidad. Su objetivo es medir el flujo de energía desde el interior hasta el exterior y entender cómo tiene lugar la pérdida de esa energía y porque el planeta es ahora tan frío.
RISE, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en EEUU, caracterizará el efecto que puede tener el interior no líquido del planeta sobre la rotación.
El trabajo de TWINS, el seismógrafo de la estación española será medir la temperatura del aire, la intensidad y dirección del viento sobre la superficie marciana.
“Las mediciones de Twins nos dirán si las condiciones de viento son apropiadas para desplegar los instrumentos o si es mejor esperar a que haya condiciones mejores”, explica Rodríguez Manfredi.
En el desarrollo de esta tecnología participaron empresas como CRISA y ALTER y universidades como la de Alcalá, la Complutense y la Politécnica de Cataluña; esta vez el instrumento ha sido mejorado por el CAB y CRISA -ahora en Airbus Defense & Space-. InSight del Curiosity estará a unos 600-650 kilómetros.
Será la segunda vez que la tecnología española pise Marte, la primera fue con REMS y la tercera será con el instrumento MEDA, de la misión Mars 2020.
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