Las «botnets» extractoras consisten en una red de ordenadores infectados con un «malware», un software especializado que permite crear las monedas virtuales con tecnología «blockchain». El «malware» o código malicioso se infiltra en los equipos y lleva a cabo la minería de criptomonedas de manera oculta.
Este tipo de «malware» que se oculta en los ordenadores e instala aplicaciones de extracción de bitcoins y criptomonedas, han registrado un total de 1,65 millones de ataques en los ocho primeros meses de 2017.
Los cibercriminales detrás de las «botnets» distribuyen el «malware» mediante programas de «adware» que instalan voluntariamente las víctimas. Después, el virus descarga el extractor de bitcoins, lo instala, y ejecuta algunas actividades para asegurar que la extracción trabaja todo el tiempo posible.
Tan pronto como la primera moneda se extrae, se transfiere a las carteras de los criminales, dejando a las víctimas con un ordenador que no rinde adecuadamente y unas facturas de luz ligeramente más altas de lo habitual. Los atacantes tienden a extraer criptomonedas como Zcash y Monero, que ofrecen una forma viable de anonimizar las transacciones y las carteras de los propietarios.
Según ha advertido la compañía de ciberseguridad Kaspersky Lab, existen dos redes de botnets, una de ellas formada por 5.000 ordenadores y con la que los cibercriminales han obtenido más de 165.000 euros al mes, y otra con 4.000 equipos con la que se han embolsado otros 25.000 euros mensuales, según recoge un comunicado de la compañía.La firma asegura haber protegido a más de 1.650.000 personas ante ataques de «botnets» extractoras durante los primeros ocho meses de 2017.
El aumento de la cotización del bitcoin ha hecho que las redes extractoras vuelvan a ser detectadas en la actualidad. En diciembre de 2016, Kaspersky Lab alertó de la existencia de una red ‘botnet’ integrada por más de 1.000 PC dedicada a la extracción de la criptomoneda Zvash que suponía unos 5.000 euros por semana.