Los nanomateriales están siendo sometidos a continuos estudios científicos con el fin ayudar a combatir el cambio climático y eliminar contaminantes tóxicos.
Y es que estos compuestos tienen unas propiedades que les hacen muy eficaces en gestiones energéticas, por lo que pueden servir para diseñar técnicas de control de la contaminación y resolver este grave problema.
El objetivo para la lucha contra el cambio climático junto a estos materiales es conseguir transformar el CO2 de la atmósfera y convertirlo en un producto útil como el metanol.
Esta investigación la lideran los científicos del CSIR, Instituto Indio de Petróleo y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Lille, Francia. Todo consiste en una cosechadora de nanoCO2 que utiliza agua y luz solar para convertir el dióxido de carbono atmosférico en metanol, que posteriormente puede emplearse como combustible de motor, disolvente, agente anticongelante o diluyente de etanol.
También se estima la alta resistencia de los plásticos que podrían reemplazar ciertos metales pesados utilizados en automóviles, aviones y otras maquinarias, que podrían suponer grandes ahorros de energía y reducción de la contaminación.
Nanomateriales en baterías, otra de las tecnologías que ofrecerán más potencia y mayor uso. También los leds blancos de bajo consumo con un revestimiento autolimpiante en las placas solares que descompone los contaminantes orgánicos utilizando fotocatalizadores.
La contaminación se produce por la producción y el excesivo consumo de recursos. En todos estos procesos de consumo y transformación de materias primas, se producen sustancias químicas perjudiciales para el medio ambiente. Los nanomateriales serán utilizados entonces como método de control, siendo capaces de modificar la emisión y contribuir al reciclaje de ciertos residuos.
Los microorganismos anaeróbicos son los encargados de la transformación de estos desechos en sustancias reutilizables cómo el biogás, combustible generado en la biodegradación de materia orgánica, así como otros sólidos utilizados como fertilizantes. Pero este proceso es lento; y para ello se han investigado ciertas técnicas, para intentar mejorar estos tipos de procesos.
De nuevo, los resultados de estas investigaciones demuestran que las nanopartículas de óxido metálico funcionan como catalizadores, y su adición aumenta la energía de activación de las reacciones químicas, haciendo que éstas sean más rápidas, duplicando la cantidad del biogás producido en ellas.