HTML (Hypertext Markup Language) se ha posicionado como el lenguaje estándar para la estructuración de contenidos en World Wide Web, el elemento de construcción más básico de una página web utilizado para crear y representar visualmente una página web.
En los últimos años, el auge de uso de Internet ha superado al lenguaje de hipertexto. Las páginas web actuales se apoyan en multitud de plugins para satisfacer las exigencias de programadores, editores y consumidores, de ahí que surjan incompatibilidades y fallos de seguridad y, en este sentido, la quinta versión de HTML tiene la responsabilidad de acabar con ello. El 28 de octubre de 2014, el consorcio World Wide Web (W3C) presentó a HTML5 como el nuevo lenguaje de WWW.
Mientras que en los comienzos de Internet las páginas web tan solo servían para representar contenidos, actualmente la interacción con la oferta online se sitúa en el centro del debate. Los administradores web responden con formularios de contacto interactivos, con funciones de comentarios o con la integración de los medios sociales, aunque a ello también se suman los juegos online a los que se puede acceder directamente desde el navegador. Sin embargo, en el caso de HTML 4.01 solo se puede acceder a ese tipo de funciones a través de plugins externos.Es en este contexto donde el nuevo estándar web HTML5 muestra su fortaleza. Junto a las clásicas etiquetas HTML, y su estructura se caracteriza por marcas específicas, elementos multimedia e interfaces de programación de aplicaciones (Application Programming Interfaces, API).
En general, las versiones actuales de los editores web más habituales soportan HMTL5, por lo que no será necesario un editor HTML5 especial. Como ocurre con cada estándar web oficial, W3C también pone a disposición el validador para HTML5 Validator, con el que se podrá evaluar la conformidad de los documentos HTML. La validación del marcado de HTML de una página web se convierte en un factor importante para garantizar la calidad.